¿Quién Hace los Objetos?

Cuando tenía 14 años me pregunté ¿Quién hace los objetos? Yo quiero hacer eso.

Cuando tenía 16 y estaba en la prepa supe que eran diseñadores industriales y yo quería entonces hacer ropa y juguetes.

Desde niña siempre amé los juguetes, pero no como medio de entretenimiento, sino como objetos. Me emociona saber cómo funcionan, los mecanismos, colores, formas y las emociones que provocan.

Por eso cuando entré a la carrera mi primer proyecto fue un juguete. 

Recuerdo que el tema era material educativo. Pero yo decidí que fuera algo un poco más allá, así que elegí niños con capacidades diferentes.

Fue la primera vez que leí tantos libros sobre desarrollo de infantes, discapacidades (como se decía en ese entonces), técnicas educativas y métodos de rehabilitación.

Al final entregué un rompecabezas para niños ciegos y débiles visuales dónde aprendían sus primeras palabras en Braille, colores, números y formas.

Durante la escuela de diseño siempre intenté ir más allá del tema que pedían, y enfocarlo a un diseño que ayudara y no que produjera más basura, como normalmente pasa.

Pero al salir de la carrera y trabajar no fue así.

Durante los 8 o 9 años que trabajé en agencias nunca toque estos temas. Todo era publicidad, mobiliario, interiorismo, eventos y alguna vez hice maquinaria usurpando el lugar de un ingeniero mecánico jajajajaja.

Trabajando sola ha veces podía agregar la accesibilidad de forma indirecta, pero nunca resolviendo específicamente problemas de minorías 😪

Cuando Marisa me hizo reconectar con todo fue mi primera respuesta, —Quiero hacer ropa y juguetes.—

Había desarrollado un proyecto por 4 años, lo había trabajado en varios talleres. Muchos a decir verdad, porque sufro de cursitis por inseguridad.

Más a profundidad lo desarrollé con María Luisa mi asesora de Localista en Querétaro, y también en Central de Diseño con Emmanuel. Pero siempre lo dejaba volando esperando que se perfeccionara 🙄

En estos años ha mutado, ha cambiado, ha crecido y en medio de la crisis, buscando respuestas para reencontrarme a mi y mi propósito, pensé que con Marisa podría por fin llevarlo a cabo.

Así que fue la primera idea que le presenté. Se emocionó tanto como yo cuando hablo del tema. Recuerdo que dijo —¡esto tiene que pasar!— Fue totalmente contundente para mí.

Y en ese momento entendí que Marisa era mi cliente ideal. 🤯